¡Serenooo!...

Sin pretenderlo voy mezclando tiempos y lugares, recuerdos nítidos con otros que apenas son un breve flash en mi cerebro. Por ejemplo uno de esos instantes que marcan, fue el reencuentro de mi padre con un antiguo compañero del servicio militar. El instante de aquel abrazo de dos grandes amigos aún perdura en mi. Otros momentos mágicos fueron ¿como no? la llegada de SSMM los Reyes de Oriente con sus camellos bebedores de H2O y sus altezas serenisimas probablemente menos serenos de lo habitual, tantas copitas de anís que les dejaban por ahí.

Y hablando de serenos, también estaba el sereno propiamente dicho quien ademas de felicitarte las fiestas en Navidad mediante estampitas con verso incluido, se encargaba de abrirte la puerta del portal cuando regresabamos del cine

Me parece escuchar las palmadas llamándole...¡Serenoooo!