miércoles, 9 de junio de 2010

BWANA CAZADOR, YO GUANAMINO


Las milongas para otro. Una parte de los funcionarios entre los que no me incluyo han hablado con voz clara y potente. “Bwana cazador, yo guanamino”. Y el cazador ya tiene el placet del funcionariado para cargar el rifle y disparar. Al principio el funcionario no correrá peligro de muerte, pero poco a poco el cazador, presionado por una masa popular que en lugar de servidores públicos que tratan de subsistir honradamente ve sanguijuelas y que, en un ejercicio de responsabilidad antisemítica, trata de exterminar adecuadamente, irá afinando su puntería.


Muchos se han vendido por un plato de lentejas. Eso sí, lentejas con muchas piedras y poco chorizo. Y no me valen las excusas de que si la desunión sindical ha frenado la huelga. Si yo me he declarado en huelga ese día no ha sido porque los sindicatos me lo hayan dicho. Yo solo actúo al dictado de mi conciencia y mi conciencia me tiene dicho que teniendo las necesidades básicas cubiertas y algún lujito pequeño, un mes sí y cinco no, pues se da por satisfecha. Claro que entre las necesidades básicas incluye el costear la educación de mis hijos y alguna pequeña distracción en ese mes de vacaciones, porque, aunque gran parte de este país lo dude, somos de carne y hueso y aunque trabajamos poco, nos cansamos. Renuncio a bares, a cruceros, a fiestas, a coches de lujo, a vinos de marca, Lacostes y Rolex. Me sitúo en mi posición asumida y en la que estaba “tan a gustito” cobrando poco pero seguro, y no pido mas. Si las vuecencias de turno tienen a bien subirme el 0,01% besaré respetuosamente sus pies, pero si me bajan el sueldo para costear los Rolex de los demás, pues haré huelga y me deberán disculpar si en el acaloramiento propio de la situación mando a todos aquellos, conocidos como los abajo firmantes, del tijeretazo, a lugares no demasiado recomendables.


Y muy acalorado, acalorado, es posible que monte en el mismo barco a todos esos periodistas de pacotilla, sabelotodo y sienta cátedras que deforman a su interés la imagen que muchos funcionarios hemos tratado de dar desde hace mucho tiempo. Del pueblo llano no esperamos reconocimientos, su propia incultura les impide desembarazarse de los seculares prejuicios contra nosotros. Pero a esos señores que han estudiado y seguramente hasta con Beca financiada por todos y que están tan ciegos como Steve Wonder les mando no a tomar las aguas precisamente, con corte de mangas incluido si es menester.