lunes, 26 de octubre de 2009

Y no estaba muerto, estaba de parranda....

Es inevitable que mis raíces se extiendan a lo largo de la costa mediterránea como algas que buscan agarrarse a esos fondos azules y profundos. Y aunque estoy enamorado de esta Almería que me acoge y me trata lo mismo que a un hijo, a veces mis sensibilidades se impactan con esos aires que traspasando Ebros, naranjales y huertas llegan hasta aquí.

Hoy el aire tenía sabor a Peret y a rumba catalana, aunque según cuentan, curiosamente, parece que lo del muerto vivo tiene sus orígenes en esa Cuba tan nuestra y tan querida.


jueves, 22 de octubre de 2009

El increíble mundo menguante


Hoy en día la informática, Internet, los idiomas y los satélites han comprimido el mundo. Estamos ante el increíble mundo menguante. Pero no se crean. Cuanto más mengua más trabajo nos da. Nuestros padres renunciaban a entender todo aquello que se tejía más allá de las fronteras de su terruño. Nosotros, no solo pretendemos entenderlo sino que además nos proponemos explicarlo. Las avalanchas de información de que disponemos nos dan la fuerza y la capacidad para intentarlo. Pero mientras algunos nos dedicamos a desentrañar historias, a traspasar fronteras, a viajar a Itacas hasta ahora desconocidas, ¿Porque otros no nos abastecen de suministros? Un poco de tiempo añadido nos vendría de fábula.

¿Donde hay que presentar la instancia?

martes, 20 de octubre de 2009

La hora de las musas depresivas


Desconozco cual es el momento del día en que ofrezco menos resistencia a las musas optimistas. Por lo que hace a las musas depresivas, esa primera media hora tras una siesta profunda es su tiempo natural. Y en esas estamos, Sancho, y alguna susodicha me tiene preso y no hay bálsamo de Fierabras que me reconforte.

El caso es que me doy un paseo por esos blogs amigos para compartir con ellos este nescafé adecentador de imágenes personales post siesta y sucumbo ante una de estas Aónides depresivas. Hoy le ha tocado el turno de venir a asediarme a la musa depresiva de lo inabarcable, esa que pregona una y otra vez que el tiempo vuela y que tú tienes que trabajar, salir a andar, reponer el frigo, colgar unas cuantas estanterías pendientes y ciento de pequeñas tareas que acaban destrozando tu tiempo.

Así que, resignado a no ver la mayoría de películas que mis colegas de la blogosfera comentan en sus espacios pues me siento incapaz de mentirles y decirles aquello de " Si tu la recomiendas pues habrá que verla", porque sé que nones. Que estoy en edad laboral y con laboro, lo cual en los tiempos que corren es todo un lujo.

Total que, incapaz de decirles la verdad, pues opto por lo fácil, escaparme por el foro maleducadamente.

Desde luego estarán disculpados si hacen lo mismo conmigo.