martes, 9 de septiembre de 2008

Música, bendita música...

Pero los tiempos estaban cambiando. Y uno de los máximos exponentes de aquel cambio fue la música. Las baladas y los boleros e incluso la canción ye-yé no murieron pero fueron dejando paso a la música pop y al rock. Y a partir de entonces los discos que entraban en la casa tenían igualmente 45 ó 33 revoluciones pero sonaban diferente:

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